Post en colaboración con Guillermo Orduña
No era una de mis fiestas preferidas, pero lo cierto es que con peques es muy diferente, y para ellos es uno de los momentos del año: disfraces, golosinas, juegos y misterio. Creo que merece la pena aprovechar lo más divertido de la ciencia, los experimentos caseros, para jugar juntos en familia.
Hay varios experimentos que se pueden hacer pero yo os presento: Fabricarnos tintas invisibles. Utilizaremos dos recetas diferentes.
Cada uno podéis jugar con la historia que os apetezca, pero os dejo unas ideas para diferentes edades:
- Escribir un mensaje secreto al mini vampiro. No se ve con un espejo pero sí podemos revelarlo con la ciencia.
- Hacer señales para un juego de pistas. Solo poniendo el ingenio conseguimos revelarlo.
- Hacernos un mapa invisible.
Yo soy un fan de Harry Potter y me voy a fabricar el mapa del merodeador. Para eso he utilizado una plantilla especial.
Ingredientes:
- Un papel reciclado.
- Pinceles
- Un recipiente pequeño que se pueda lavar.
- Jugo de limón
- Bicarbonato sódico
- Agua para limpiar
- Indicador de pH (fenoftaleína 1%, col lombarda)
- Un trozo de papel absorbente
Lo que vamos a hacer es jugar con pigmentos que cambian de color gracias a la ciencia. Necesitamos además que se pueden disolver en agua para que podamos pintar en un papel. (La explicación científica al final).
La explicación científica al final
- Cogemos nuestro papel reciclado. Uso papel reciclado porque es más poroso generalmente que el papel normal. De hecho, si tenéis algún papel especial o papel reciclado hecho en casa mucho mejor.
- Ahora podéis hacer el dibujo secreto que queráis. Podéis hacerlo sobre el papel en blanco, pero es mucho más divertido cuando revelamos algo que completa el dibujo. En mi caso voy a utilizar un papel que ya tiene mi plantilla del mapa del Merodeador impreso y voy a dibujar las huellas y los nombres de los habitantes de mi casa.
- Cogemos un limón y sacamos su jugo. Echamos todo en un vaso pequeño. Con eso haremos el primer dibujo. En un vaso del mismo tamaño echamos un dedo de agua y disolvemos una cuchilla de café de Bicarbonato Sódico.
- Ahora estamos listos para pintar con nuestro pincel.
- Un consejo: cuando pintéis escurrir el pincel para evitar un exceso de agua. Aunque no lo veáis el pigmento está. Cuanta menos agua añadamos al papel mejor queda el dibujo y antes se secará.
Para revelar el mensaje tendremos que utilizar diferentes técnicas.
En el caso del dibujo que hayamos pintado con jugo de limón utilizaremos una fuente de calor. Mi consejo es utilizar la plancha que es lo más seguro si lo hace un adulto. Pero podéis usar cualquier otra fuente de calor.
El dibujo que hemos pintado con agua y bicarbonato lo revelaremos utilizando un indicador de pH. Mi recomendación es utilizar fenoftaleína líquida porque da color rosa muy intenso. Pero no es un líquido fácil de conseguir fuera de tiendas especializadas o laboratorios escolares. Podéis utilizar jugo de col lombarda que también es indicador, y os dará un color amarillo poco intenso.
La explicación científica
El jugo del limón contiene ácido cítrico que es lo que quedan en el papel cuando se seca. Es un sólido que al calentarse por encima de 175ºC (por eso necesitábamos una fuente de calor intenso) se descompone y en el papel nos quedará un residuo de color marrón allá donde hemos pintado.
En el caso del bicarbonato sódico tenemos una disolución incolora que tiene es básica (lo contrario de ácido), en la escala de acidez decimos que tiene un pH alto. Tenemos compuestos especiales que nos permiten saber la acidez o no de las cosas gracias al color que toman. Esos indicadores de pH cambian con rangos diferentes. En el caso de la fenoftaleína cambia de incoloro a color rosa intenso con pH más alto de 8 y el Bicarbonato es un poco superior. Cuando usamos col lombarda cambia de color azul a color amarillo.