M.C Bozal
Hay días en los que apetece mirar con otros ojos lo que tenemos cerca. Salir sin prisa, aprender algo nuevo y ver cómo a los peques se les enciende esa chispa de curiosidad que a veces olvidamos cuando nos hacemos mayores. En la provincia de Zaragoza hay museos y centros pequeños, cuidados con mimo, que no se limitan a enseñar: invitan a tocar, preguntar y sorprenderse. Algunos están escondidos bajo un castillo, otros entre máquinas o colmenas, y todos comparten algo: nacieron del amor por lo que somos y con el objetivo de que no lo olvidemos.
Hacemos un repaso por varias opciones que nos darán ideas para una perfecta excursión en familia.
El Colmenar. Abejas y Naturaleza (Anento)
Bajo el castillo de Anento, uno de los pueblos más bonitos de España, se esconde una cueva viva. Allí, Jesús Sanz, apicultor, albañil y vecino del pueblo, ha transformado un espacio excavado a mano en un pequeño museo muy especial: El Colmenar. Abejas y Naturaleza.
No hay vitrinas frías ni carteles impersonales. Hay olor a tierra húmeda, panales reales y la voz de Jesús, que guía a las familias con paciencia y pasión. Durante la visita, gratuita y adaptada a todas las edades, descubrimos la historia, curiosidades y secretos de las abejas: los distintos tipos que existen, cuánto vive una abeja obrera o una reina, cómo mantienen la temperatura de la colmena, qué papel tiene la jalea real o cuántas reinas puede haber en un enjambre.
También hay una pequeña zona dedicada a la flora y fauna de la zona, herramientas y utensilios antiguos, y una parte especialmente pensada para despertar la curiosidad de los más pequeños. Jesús logra que entendamos por qué las abejas son esenciales para la vida, y salimos con una mezcla de admiración y ternura por estos diminutos seres.
El museo se encuentra en una de las típicas cuevas del municipio, a los pies del mirador del castillo, y el acceso se realiza desde la senda señalizada que lleva al Aguallueve, una preciosa ruta circular de 2,5 km entre cascadas y helechos. Una excursión completa para disfrutar sin prisas.
Anento (Campo de Daroca) a unos 90 km desde Zaragoza, 1 hora en coche.
Visita gratuita para toda la familia
Las fechas y horarios se publican en la web y redes sociales de Anento Turismo
Visitas de grupo: contactar con Jesús (690 086 435)
Juegos que cruzan siglos
En La Almunia de Doña Godina, un antiguo convento barroco reconvertido en fortín militar acoge hoy un museo sorprendente: el Museo del Juego y el Deporte Tradicional “El Fuerte”. Más de seiscientos juegos y deportes tradicionales de todo el mundo, aros, bolos, canicas, peonzas, tabas, sogas, se reúnen aquí para recordarnos que jugar es algo que une generaciones, personas y culturas.
“El Fuerte” es mucho más que un museo. Es un centro cultural abierto y participativo, un espacio que busca ser referente en el mundo del patrimonio lúdico y una herramienta para el diálogo intercultural. Su proyecto parte de una idea sencilla pero poderosa: poner en valor los juegos, las tradiciones y nuestras raíces como parte esencial de la identidad colectiva.
Conservar, enseñar y revivir los juegos de siempre no es solo cuestión de nostalgia, sino una forma de conectar pasado y presente, de descubrir cómo se divertían quienes nos precedieron y de mantener vivo ese patrimonio común que nos une.
El equilibrio entre el edificio monumental (es un antiguo convento) y su contenido, dedicado a los juegos de tradición cultural, crea una comunión perfecta. Entre los muros que un día fueron convento y fortín, hoy resuenan las risas de quienes prueban de nuevo a lanzar una peonza, jugar al aro o competir en una carrera de sacos. Los técnicos culturales organizan actividades al aire libre para enseñar a jugar como se hacía hace siglos: los peques experimentan, los mayores recuerdan y todos acaban riendo.
Dirección: C/ El Fuerte 56, La Almunia de Doña Godina. A 52 km de Zaragoza, unos 35 minutos en coche.
Horario: jueves y viernes 10:00–13:00 / 17:30–20:00; sábados 10:00–13:30 / 17:00–20:00; domingos 10:00–13:30
Entrada: 2 €
Más información: www.elfuerte.eu
Maquinaria, agua y memoria del campo
Museo Aquagraria (Ejea de los Caballeros)
En Ejea de los Caballeros, el agua y la tierra llevan siglos dialogando. De ese vínculo, entre el ingenio humano, la agricultura y la fuerza del agua, nace el Museo Aquagraria, un espacio que emociona tanto a peques como a mayores. No es solo un museo: es una lección viva sobre la evolución del campo, la sostenibilidad y el papel que el agua ha tenido en la historia de Aragón.
Con más de 2.800 metros cuadrados de exposición y más de 80 piezas únicas, Aquagraria alberga la mayor colección de maquinaria agrícola antigua de España. Entre tractores, cosechadoras y herramientas, las familias recorren siglos de ingenio y esfuerzo: desde los arados romanos del siglo XVIII hasta la maquinaria digital más moderna. Los más curiosos pueden asomarse al motor de un tractor de 1914 o descubrir cómo funcionaban los sistemas de riego antes del Canal de las Bardenas.
La visita se organiza en tres grandes áreas:
El poder del agua, que muestra la influencia de este recurso en el progreso humano;
Ejea de los Caballeros: ausencia y presencia del agua, que explica cómo el regadío transformó la comarca de las Cinco Villas;
y De la tradición a la mecanización agrícola, un recorrido fascinante por la historia de la tecnología aplicada al campo.
Detrás de este espacio está la Fundación Aquagraria, una entidad sin ánimo de lucro que también gestiona La Casa del Colono, homenaje a las mujeres y hombres que participaron en la colonización de Ejea en 1959. Su misión es promover la cultura, la investigación y el desarrollo rural, y hacer del museo un lugar vivo donde aprender, investigar y disfrutar.
A lo largo de sus más de diez años de historia, Aquagraria ha recibido más de 100.000 visitantes, ha organizado más de 700 eventos y se ha convertido en un espacio cultural de referencia en las Cinco Villas.
El museo apuesta por la educación ambiental, los talleres para escolares y la divulgación de un modelo de agricultura sostenible. Su filosofía se resume bien en una idea: para entender el presente hay que mirar con respeto lo que labraron quienes nos precedieron.
Dirección: C/ Manuel Lorenzo Pardo s/n, Ejea de los Caballeros. A 73 km de Zaragoza, una hora en coche
Horario: Abril a octubre, de martes a sábado 10:00–13:00 / 16:00–19:00; domingos 10:00–13:00
Entrada: Gratuita
Más información: www.aquagraria.com
Oficios, palabras y gigantes
La Lomaza, o el histórico Pueblo Viejo de Belchite. El Museo Etnográfico de Belchite es un viaje al pasado más cercano, a ese Aragón agrícola que vivió de la tierra y de las manos que la trabajaban. Ubicado en las antiguas escuelas de la localidad, este espacio acaba de reabrir sus puertas tras un periodo de reformas que lo ha convertido en un museo más accesible, moderno y didáctico. El Ayuntamiento de Belchite ha querido darle una nueva vida, con un claro objetivo: acercar a todas las generaciones el estilo de vida tradicional y agrario del Aragón preindustrial.
En sus salas se recoge cómo fueron las formas de vida y las producciones agrícolas tradicionales hasta bien entrado el siglo XX. A lo largo del recorrido, el visitante se adentra en diferentes ambientes temáticos dedicados a la siega, la trilla y las fibras vegetales, y descubre herramientas, utensilios y maquinaria que durante décadas marcaron el ritmo de los pueblos. También hay espacio para los Gigantes y Cabezudos de la localidad, una sala que suele ser la favorita de las criaturas.
Los más pequeños y las personas mayores disfrutan por igual de este paseo entre palabras y objetos de otro tiempo. ¿Qué es agribar el grano? ¿Y dallar? ¿Para qué servían una aparvadera, un cenacho de esparto o una mimbrera? Muchos términos que hoy suenan lejanos eran cotidianos hace apenas unas décadas, y el museo los rescata entre escenas y fotografías que los devuelven a la vida: una anciana trenzando una cesta, un hombre trillando bajo el sol, una familia en la era.
La nueva panelería explicativa, disponible en español, inglés y francés, y los elementos interactivos —como tablets con galerías fotográficas y enlaces turísticos— hacen la visita más completa y atractiva para todos los públicos. Además, el museo cuenta con una sala audiovisual multiusos donde se celebran talleres y actividades didácticas, especialmente dirigidas a escolares.
El museo se ubica en un edificio singular con patio distribuidor y tres salas principales, pero es mucho más que una exposición de objetos: es un espacio vivo, participativo y lleno de memoria. Su propuesta se completa con la posibilidad de visitar otros puntos de interés del entorno, como la reserva ornitológica de El Planerón, el Refugio de Fauna Silvestre de ite, donde la historia reciente se entrelaza con la vida cotidiana de sus gentes.
Dirección: C/ Ronda de Zaragoza s/n, Belchite. A 50 km de Zaragoza, 45 min en cochje
Horario: sábados 10:00–13:00 / 17:00–20:00; domingos 10:00–14:00
Entrada: gratuita
Más información: www.turismocampodebelchite.es
Museo del Juguete Recortable “Eustaquio Castellano” (Jaraba)
En Jaraba, un pueblo conocido por sus balnearios y su paisaje entre cañones y manantiales, se encuentra un lugar que huele a infancia y papel recién cortado: el Museo del Juguete Recortable “Eustaquio Castellano”. Un espacio que devuelve al visitante a un tiempo en el que jugar significaba imaginar, doblar, recortar, pegar… y crear un universo propio con unas tijeras y una lámina de papel.
La exposición permanente, ubicada en el Pabellón Cultural Carlos de Haes y gestionada por la Oficina de Turismo local, reúne más de veinte mil piezas y montajes que muestran el arte y la historia de los juguetes recortables. Las vitrinas exponen auténticas joyas de papel: soldaditos, muñecas, teatros, castillos o maquetas de monumentos, algunos tan complejos que parecen pequeñas obras de ingeniería artesanal.
El recorrido, organizado por tipos de juguetes, permite conocer todo el proceso: desde el diseño en lámina hasta la composición final una vez montado. Una exposición pensada para disfrutar en familia: las personas adultas reviven su niñez y los peques descubren la magia de construir con sus propias manos.
La muestra nos recuerda que el papel fue, durante siglos, uno de los materiales más versátiles del juego y la enseñanza. En el siglo XVIII ya existían las primeras estampas teatrales, y a partir de 1820 comenzaron a popularizarse los juguetes de papel en Inglaterra, Francia y Alemania. Con ellos nacieron los tres grandes géneros que marcaron la historia del recortable: soldados, muñecas y construcciones.
Los soldados representaban la fantasía y el heroísmo, las muñecas enseñaban los códigos sociales de la época —no exentos de sexismo— y las construcciones invitaban a descubrir el mundo a través de castillos, iglesias o ciudades imaginadas.
El museo también dedica parte de su espacio a la dimensión educativa de estos juguetes. Durante décadas, los recortables se utilizaron en las escuelas para desarrollar la observación, la motricidad, la imaginación y el juego simbólico. Montar y desmontar, crear escenas, representar historias: todo servía para aprender jugando, para pensar y sentir a la vez.
El Museo del Juguete Recortable “Eustaquio Castellano” es, en definitiva, una celebración del ingenio y de la memoria colectiva. Un lugar donde los niños y niñas descubren que no hacen falta pantallas para jugar, y donde los mayores recuperan un trozo de su propia historia. Una visita tranquila, creativa y llena de ternura, ideal para completar con un paseo al Santuario de Jaraba o un baño termal.
Dirección: C/ La Viuna s/n, Jaraba. A 120km de Zaragoza, una hora y media en coche.
Entrada: adultos 2 € / infantil y jubilados 1 €
Más información: www.jaraba.com
Casa Natal de Goya y Museo del Grabado (Fuendetodos)
Hay lugares en los que el tiempo parece detenerse, y uno de ellos es la Casa Natal de Goya en Fuendetodos. A simple vista, es una modesta vivienda de labradores, con su zaguán, su cocina de fuego bajo y sus muros encalados. Pero al cruzar la puerta, sabemos que allí, un 30 de marzo de 1746, nació Francisco de Goya, uno de los grandes artistas universales.
La casa fue construida a comienzos del siglo XVIII y perteneció a Miguel Lucientes, hermano de la madre del pintor, Gracia Lucientes. Aquí transcurrieron los primeros seis años de vida de Goya, mientras su padre, José Goya, trabajaba dorando el retablo mayor de la iglesia parroquial. Décadas más tarde, la familia regresaría a Zaragoza, pero el pueblo nunca olvidó al hijo que llevó su nombre más allá de sus montes y campos.
Durante mucho tiempo, la vivienda permaneció en el anonimato hasta que, en 1913, el pintor Ignacio Zuloaga y un grupo de artistas zaragozanos la identificaron y reivindicaron su valor histórico. En 1928, el Sindicato de Iniciativas y Propaganda de Aragón (SIPA) impulsó su restauración con motivo del centenario de la muerte del artista. La Guerra Civil la dañó gravemente, pero en 1946 fue restaurada y, en 1982, declarada Monumento Histórico Nacional.
Hoy conserva su aspecto rústico original, ese aire popular que permite imaginar la infancia de un genio entre paredes de adobe y suelos de tierra. Incluso la pila bautismal donde fue bautizado se conserva todavía en la iglesia parroquial del pueblo.
A pocos metros, en la calle Zuloaga, se encuentra el Museo del Grabado de Goya, inaugurado en 1989. En sus salas se exhiben las cuatro grandes series de grabados de Goya: Los Caprichos, Los Desastres de la Guerra, La Tauromaquia y Los Disparates. Obras que el artista creó combinando con libertad el aguafuerte, la aguatinta, la punta seca y el buril, técnicas que convirtió en lenguaje propio para hablar de lo que otros callaban.
El museo no solo expone las obras del pintor; también acoge muestras de grabadores contemporáneos, talleres familiares y actividades educativas, haciendo de Fuendetodos un pequeño centro artístico en mitad del campo aragonés. Cada año, unas 20.000 personas visitan la casa y el museo, buscando entender de cerca la raíz humilde de un artista que cambió la historia del arte.
Dirección: Fuendetodos (Zaragoza). A 50 km de Zaragoza, 45 minutos en coche
Horario: martes a domingo 11:00–14:00 / 16:00–19:00; lunes cerrado (salvo festivos)
Entrada: general 3 € / reducida 2 € / menores de 16 años gratis
Más información: ayuntamientofuendetodos.es/casa-natal-goya/
Museo del Calzado (Brea de Aragón)
En Brea de Aragón, entre los valles del Aranda, se conserva una parte esencial de la historia de este territorio: la del oficio zapatero. Durante siglos, cientos de manos artesanas trabajaron el cuero, la madera y las suelas hasta convertir a este pequeño municipio zaragozano en uno de los grandes centros zapateros de España. Hoy, esa memoria vive en el Museo del Calzado, un espacio que combina tradición, tecnología y emoción.
El museo, con dos plantas y más de 600 metros cuadrados de exposición, recorre la evolución del calzado desde la Celtiberia hasta la actualidad. En la planta superior, el visitante se adentra en un auténtico túnel del tiempo: una reconstrucción virtual de la ciudad de Brea muestra su desarrollo a lo largo de los siglos, mientras los primeros talleres de tenerías del siglo XVII nos hablan del origen del oficio. Allí se exponen herramientas antiguas, hormas, pieles y moldes, y se explica paso a paso el proceso artesanal de fabricación de un zapato, mediante paneles interactivos, autómatas y sensores táctiles.
En la planta baja, el visitante se encuentra con el “concierto de las máquinas”, una instalación que recrea el sonido y el movimiento de la maquinaria pesada que marcó el paso del siglo XIX al XX, cuando el oficio artesanal comenzó a convivir con la industria. La exposición continúa con “Brea en la memoria”, donde fotografías, piezas y maquetas recuerdan a las generaciones que dieron forma a esta identidad colectiva. También hay un espacio dedicado a la modernidad: “Brea en el tercer milenio”, que muestra el salto hacia el diseño y la innovación contemporánea.
El Museo del Calzado no es solo una colección de objetos: es una historia viva. Habla del esfuerzo, la destreza y el orgullo de una comunidad que desde 1606 fabrica zapatos y que ha hecho de ello un arte. Por eso, además de sus salas, el museo ofrece visitas guiadas y actividades didácticas para que las familias descubran juntas el valor cultural y económico de este oficio.
El recorrido dura aproximadamente una hora y es totalmente accesible para carritos y sillas de ruedas. En cada paso, los más pequeños se asombran al ver cómo se fabricaban los zapatos antes de las cadenas de montaje, y los mayores sonríen al reconocer modelos que un día calzaron sus abuelos.
Dirección: Brea de Aragón (Comarca del Aranda). A 80 km de Zaragoza. 1 hora en coche
Horario: fines de semana y festivos (consultar horarios actualizados)
Entrada: entre 1 y 3 €
Más información: https://turismodelaranda.es/museo-del-calzado-brea-de-arago
Museo Casa de los Cabezudos (Calatayud)
En Calatayud hay una casa muy especial donde viven gigantes, enanos y cabezudos. Un espacio lleno de color, música y tradición que hace las delicias de los más pequeños y despierta la nostalgia de los mayores: el Museo Casa de los Cabezudos.
En este lugar se puede conocer la historia de la Comparsa de Gigantes, Enanos y Cabezudos de Calatayud, una de las más queridas de Aragón. La comparsa está formada por tres parejas de gigantes que representan a personajes ilustres de la ciudad: el Rey Moro y la Reina, El Podón y La Dolores, y los Marqueses de Linares. A ellos se suman doce cabezudos que llenan las calles de alegría en cada fiesta: Napoleón, la Bruja, el Diablo, el Baturro, la Tía María, el Torero, Popeye, el Pirulo, la Tía Rosario y el Sacristán.
El Sacristán merece una mención especial: es la figura más antigua de la comparsa y una auténtica joya del patrimonio local, pues data de finales del siglo XIX. En el museo se conserva como símbolo de la historia festiva de Calatayud y de la pasión de sus vecinos por mantener viva esta tradición popular.
El museo no solo exhibe las figuras, sino que invita a participar en talleres y actividades donde los niños y niñas pueden aprender sobre el oficio de los constructores de gigantes, descubrir cómo se diseñan y se mueven las figuras o crear sus propios cabezudos en miniatura. Es un plan ideal para disfrutar en familia y entender por qué estos personajes forman parte de la identidad bilbilitana.
El Museo Casa de los Cabezudos se ubica en el edificio de los Claretianos, y puede visitarse con cita previa. La entrada es gratuita y la experiencia, inolvidable: un encuentro con la imaginación, la historia y la alegría de un pueblo que sigue saliendo a bailar detrás de sus gigantes.
Dirección: Calle Fernández Ardavín s/n (Edificio Claretianos), Calatayud. A 89 km de Zaragoza, unos 55 minutos en coche.
Teléfono: 685 122 677
Horario: visitas con cita previa
Entrada: gratuita
Correo electrónico: info@grupoculturalajb.com
Pequeños paleontólogos en Villanueva de Huerva
En Villanueva de Huerva, en pleno Campo de Cariñena, hay un lugar donde los dinosaurios vuelven a caminar. El Centro de Interpretación Dinosaurios de Zaragoza (CDI) abrió sus puertas el 23 de abril de 2022 con un propósito claro: acercar la ciencia a todas las edades y convertir la curiosidad por estos animales prehistóricos en una aventura educativa y divertida.
El centro ocupa las antiguas escuelas del municipio, rehabilitadas como espacio expositivo e interactivo. En su exterior, un pequeño jardín acoge una muestra de rocas encontradas en la zona y una gran maqueta de su dinosaurio más querido: Toki. Dentro, los visitantes encuentran cerca de 100 metros cuadrados de exposición con paneles que explican de forma didáctica la historia de la Tierra, el paisaje de Villanueva hace 135 millones de años y los fósiles hallados en la comarca. Entre ellos hay huesos y dientes de dinosaurios, ammonites del Jurásico y una representación de fósiles del Campo de Cariñena, todos ellos procedentes de los fondos del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, con la colaboración del catedrático José Ignacio Canudo Sanagustín como asesor científico.
Uno de los rincones favoritos del centro es el Rincón del joven paleontólogo, donde los niños y niñas pueden hojear libros, jugar, pintar o hacerse una foto con Toki. También cuentan con una dinotablet con juegos interactivos y una gran pantalla donde se proyectan documentales y reportajes sobre dinosaurios y sobre el patrimonio de Villanueva.
El CDI no es solo un museo: es un proyecto vivo. Su objetivo es conservar y difundir el patrimonio paleontológico del municipio, fomentar la conciencia ambiental y promover la identidad turística de la comarca. Además, ofrece charlas, conferencias y visitas escolares cuidadosamente planificadas para que el aprendizaje sea una experiencia completa.
Talleres para peques curiosos
El centro organiza dos talleres muy populares:
- Taller de excavación para pequeños paleontólogos, pensado para niños y niñas de entre 7 y 12 años (los más pequeños pueden asistir acompañados). Con ropa vieja y mucha ilusión, aprenden el trabajo real de un paleontólogo: desde la prospección hasta la excavación. Buscan fósiles, los clasifican y reciben un diploma por su participación.
Tarifa: 3 €. - Taller de dibujo “Dibujar dinosaurios es fácil”, dirigido a edades de 4 a 11 años. Paso a paso, los peques aprenden a dibujar y pintar los dinosaurios que habitaron Villanueva en el Cretácico inferior. Tarifa: 3 €.
Las plazas deben reservarse con antelación y los talleres se realizan los fines de semana y festivos. No es necesario llevar material de dibujo, aunque para la excavación se recomienda ropa usada y de recambio.
Ruta guiada “Vivir entre dinosaurios”
Para completar la experiencia, el centro ofrece la ruta guiada “Vivir entre dinosaurios”, un paseo de 4,5 km (unas dos horas de duración y dificultad baja) que combina naturaleza y paleontología. Durante el recorrido, las familias visitan yacimientos con huellas reales y aprenden cómo se formaron. La ruta atraviesa parajes como la Foz de los Calderones, la Fuente del Baño o los sotos del río Huerva, con explicaciones adaptadas para todas las edades.
Las salidas se organizan los sábados, domingos y festivos a las 11:00 h, y se recomienda realizar la visita de forma guiada para no perderse los detalles y las sorpresas del camino.
El Centro de Interpretación Dinosaurios de Zaragoza es, en definitiva, un espacio que combina ciencia, naturaleza y juego. Un plan perfecto para despertar vocaciones y pasar una jornada inolvidable en familia.
Ubicación: Villanueva de Huerva (Campo de Cariñena). A 38 km de Zaragoza. Unos 35 minutos en coche
Horarios: fines de semana y festivos, con reserva previa
Entrada general: desde 3 €
Más información:www.dinosauriosdezaragoza.com
Museo de las Momias de Quinto
En Quinto, sobre el Cerro de la Corona, se alza la antigua iglesia fortificada de El Piquete, un edificio singular que guarda uno de los museos más sorprendentes y únicos de España: el Museo de las Momias de Quinto.
Durante unas excavaciones realizadas en 2011 en la nave central de la Iglesia de la Asunción, aparecieron centenares de enterramientos practicados entre el siglo XVIII y comienzos del XIX. De aquel hallazgo nació la idea de conservar y estudiar los cuerpos momificados de manera natural, y así, tras años de investigación y restauración, Quinto se convirtió en el primer municipio de España con un museo dedicado a las momias.
El museo se encuentra dentro de la propia iglesia donde los cuerpos fueron inhumados, lo que crea una experiencia única: los visitantes pueden contemplar quince momias reales en el mismo lugar donde reposaron durante siglos. La exposición combina el respeto por el pasado con la curiosidad científica, y ofrece un recorrido íntimo, riguroso y muy bien explicado sobre los procesos naturales de momificación, la historia local y la vida cotidiana de la época.
Pese a lo que pudiera parecer, la visita resulta perfectamente adecuada para público familiar. Las explicaciones son claras, accesibles y presentadas con un tono divulgativo que despierta más asombro que miedo. Los niños y niñas suelen seguir las visitas con interés y descubren que la historia también puede contarse desde los restos que nos dejó el tiempo.
Además del impacto visual, el museo desarrolla una labor científica y educativa destacable. Sus investigaciones aportan información sobre las costumbres funerarias, la salud y las condiciones de vida de los habitantes de Quinto hace más de dos siglos. Todo ello lo convierte en un espacio que une arqueología, historia y emoción.
El Museo de las Momias de Quinto es gestionado por el Ayuntamiento del municipio, con el apoyo de la Diputación de Zaragoza y CEDEMAR, y es ya una referencia nacional tanto por su contenido como por el respeto y el rigor con que se ha concebido.
Dirección: Cerro de la Corona s/n, Quinto (Zaragoza). A 43 km de Zaragoza, unos 40 minutos en coche.
Teléfonos: 976 177 011 / 976 176 111 / 680 860 495
Correo electrónico: reservas@momiasdequinto.es
Horario:
Viernes a domingo: 10:00–13:00
Tardes (viernes y sábado): 18:00–21:00 (verano) / 16:00–19:00 (invierno)
Entrada: consultar calendario y reservas previas
Más información: www.momiasdequinto.es
Cada uno de estos lugares tiene algo en común: nacieron del cariño de la gente que cuida la memoria de su tierra. Son museos pequeños, pero grandes en historias. Y en ellos, la curiosidad se contagia, las preguntas no sobran y las familias vuelven con la sensación de haber descubierto un pedacito nuevo de Aragón.
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