[Excursiones en familia] Ermita de Santa Elena y los dólmenes

Para la excursión de hoy nos vamos al Pirineo, al Valle de Tena por la zona de Biescas. Más o menos a hora y media desde Zaragoza.

Una ruta sencilla para dar un paseo, apta para todas las edades y condiciones. Además esta zona tiene muchas más alternativas interesantes para explorar y pasar un día en familia.

Es una zona que conocemos bien ya que el Valle de Tena ha sido, desde que eramos peques, nuestra opcion de vacaciones recurrente ; )

Para llegar vamos hasta Biescas y seguimos por la carretera, llegaremos al inicio de la pista donde podremos dejar el coche. Está indicado. También podríamos llegar andando desde otros puntos, por ejemplo desde Biescas (unas dos horas, era el camino real que comunicaba el Valle con Francia. GR15) o desde otros senderos por la zona.

La ruta más fácil es andando desde la carretera, donde veremos el Zoque de Santa Elena al inicio. Una media hora de subida, con un desnivel de 50m.

A la izquierda, la fuente de Santa Elena, una fuente en la que es habitual ver bastantes coches de gente cogiendo agua para llevarse unas cuantas botellas.

La zona de la ermita ha sido desde la prehistoria un lugar especial y alberga muchas historias como veremos en nuestra visita.

Visitaremos la ermita, el fuerte y los dólmenes.

Subimos primero hasta la ermita. Para ello tomaremos una pista ancha, de tierra que en una ascensión en zig zag nos llevará hasta la Foz de Santa Elena.

Desde aquí veremos la carretera y el valle, con unas preciosas vistas que harán más llevadero el ascenso.

Recomendación: llevad agua suficiente para la subida, sobre todo en verano. No hay sombra y hace calor.

Una vez que hemos llegado arriba atravesamos un túnel y ya estaremos en la explanada de la ermita. Aquí podremos descansar y ver los alrededores.

La vista de la ermita es toda una postal que no olvidaremos. Con las montañas al fondo, hacia el norte.

La leyenda cuenta que Santa Elena (madre del emperador Constantino) en el siglo IV buscó refugio en esta zona, y halló una cueva. Le perseguía, y al entrar en la cueva su acceso quedó oculto por una gran tela de araña. Cuando por fin pudo salir sin peligro brotó una fuente.

Aquí, en este mágico lugar, se erigió la ermita. Primero fue una capilla que fundó Jaime I de Aragón en 1221. Posteriormente otros reyes, Fernando el Católico, Carlos I y las ampliaciones hasta el siglo XVIII le dieron el aspecto que vemos hoy.

La ermita se abre en días determinados. Entonces podrtemos ver su retablo barroco y la cueva de la leyenda. Además hay romerías en varias fechas del año (San Antonio en junio, Pentecostés o en agosto, el día 18 que es Santa Elena).

Bajo la ermita podemos bajar y ver el manantial en la roca. Una visita que gusta a los peques porque pueden pasar por debajo del agua sin mojarse (mucho)

Estas aguas tienen muchas leyendas detrás, se dice que proceden del río Jordán y que en nuan ocasión un peregrino encontró un bastón que había perdido en Tierra Santa. También dicen que el caudal crece y decrece presagiando calamidades. También que tiene propiedades curativas.

Además en esta zona podremos ver también el Fuerte de Santa Elena. Ha sido siempre una zona clave y estratégica al ser un paso hacia Francia con un desfiladero. El fuerte tiene su origen en la época de Felipe II. Actualmente está abandonado pero podemos ver los restos.

También es una zona que cuenta con varios bunkers, de la linea Pirineos. Datados posteriormente a la guerra civil española. Una visita que encantará a los peques, pero ojo, podemos entrar pero con cuidado.

Tras la visita, volvemos a bajar y esta vez cuando estemos casi abajo, nos vamos hacia la izquierda. Veremos una gran explanada en la que visitaremos los dólmenes.

Durante mucho tiempo solo hubo uno, pero se sabía que había otro. Este se redescubrió hace poco (2018) y ahora podemos ver los dos. Se habían destruido en la guerra civil y el primero de ellos se reconstruyó en 1975.

Otra muestra de que el lugar es mágico desde hace muchísimos años.

Los dólmenes son estructuras de piedra que no sabemos muy bien para que servían en su inicio. Son de final del Neolítico.

Los dos dólmenes fueron saqueados aunque se sabe que fueron sepulturas colectivas. Se han podido recuperar muy pocos restos, como una punta de flecha.

Además en la zona se ha construido un calendario celta con árboles y una pequeña sorpresa para los peques.

Si tenéis más tiempo, toda esta zona cercana del Gállego tiene rincones muy bonitos y pozas más que apetecibles.

Podemos explorar a fondo la zona para encontrar rincones como este:

También muy cerquita podemos visitar el pueblo abandonado (y que se está recuperando) de Polituara. Desde Polituara podemos continuar el camino y ver desde abajo la presa del pantano de Búbal. Otra visita que seguro gusta a los peques.

Una zona que alberga muchas opciones para ir en familia. Muy cerca tenemos Lacuniacha, o el parque Biescas Aventura. La frontera con Francia está cerca y es otra visita posible, o el pantano de Lanuza, las recién estrenadas pasarelas de Panticosa, la ruta del Serrablo…

En definitiva, todo un abanico de opciones para una escapada (o largas vacaciones) en familia.

Más info de la zona en turismobiescas.com o en valledetena.com

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