¿Os pasa a vosotros que por muy buenas notas que sacaráis en lengua de peques ahora dudáis mucho al redactar? O que cuándo os preguntan algo los peques sobre sus clases de ortografía sabéis decirles si algo es correcto o no, pero no sabéis explicar el por qué.
¿Quién nos iba a decir que después de tanto tiempo que sabíamos escribir íbamos a necesitar un poquito de ayuda? La suerte es que hoy en día tenemos muy buenos contenidos en la red que nos echan una mano, con webs con buenos consejos como los que puedes encontrar en profedeletras.es, por ejemplo.
Aunque a veces, también hay que decirlo, la misma red es la culpable de que dudemos. Estamos demasiado acostumbrados a textos sin signos de puntuación, con abreviaturas inventadas, o expresiones menzclando idiomas.
Así es complicado mantener un buen nivel de escritura. Y si además te fías del corrector, que las palabras las escribirá bien, pero muchas veces las cambia por otras que quitan todo el sentido a la frase.
En casa ahora estamos con las tildes, y aún pensando que seguía recordando las reglas de acentuación, se me resiste el saber si una palabra es llana o aguda. O porque no es esdrújula aunque quede tan aparente el acento en esa sílaba.
Es importante ayudar a los peques a ir entendiendo y memorizando las normas de ortografía y evitar que les parezca una tarea farragosa.
Como consejo general, para la ortografía lo mejor es leer mucho (libros, claro). Y así se lo tenemos que hacer entender a los peques desde muy peques. Un correcto acercamiento al placer de la lectura les convertirá en lectores tempranos y entusiastas y les ayudará a no tener faltas de ortografía, a mejorar la comprensión y a escribir ellos mismos sus propios textos.
En su libro «Gramática de la fantasía» (que recomendamos vivamente), el escritor y pedagogo italiano Gianni Rodari nos da unas sencillas claves para lograr lo contrario, que los niños odien la lectura.
Os dejamos el listado:
1. Presentar el libro como una alternativa a la televisión.
2. Presentar el libro como una alternativa a los cómics.
3. Decirles a los niños de hoy que los niños de antes leían más.
4. Considerar que los niños tienen demasiadas distracciones.
5. Culpar a los niños si les gusta leer.
6. Transformar el libro en un instrumento de tortura.
7. Negarse a leer a los niños.
8. No ofrecerles suficiente variedad.
9. Obligarlos a leer.
También existen juegos que pueden motivar al aprendizaje de la ortografía en peques desde muy peques. Juegos en familia tradicionales como el veo-veo o el ahorcado, o hacer listas con palabras. Pero también otros como los puzzles con letras, o el clásico scattergories en cualquera de sus versiones actuales.
Pero primero, vamos a dar ejemplo y seamos también los mayores los que mejoremos nuestra ortografía y leamos mucho (delante de ellos, si puede ser).
Aprovechamos también para recordar que en nuestro blog tenéis toda una sección dedicada a los libros infantiles en la que reseñamos libros que han triunfado en casa. Siempre viene bien las ideas.
Podéis visitarla aquí: lasmamasde.conpequesenzgz.com/category/libros/