En nuestro afán caminante hoy os mostramos un sendero que puede complementar un fin de semana en Teruel: los estrechos del barranco de los Trancos.
Está a 16 km de la ciudad turolense, forma parte de la ruta del agua de Villel, está cercano a la ermita de la virgen de la Fuensanta, forma parte del GR.10 y es un Sendero Turístico de Aragón, de manera que está perfectamente señalizado, cuidado y documentado durante todo el trayecto.
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El recorrido completo, que es circular, son unos 12km pero nosotrxs avanzamos con el coche hasta el santuario de la Fuensanta e hicimos solamente 1h30 de ida: pasando por la fuente de la Chartera y adetrándonos en el barranco los Trancos, comimos a la sombra de sus paredes bajo el cartel de “The End” y regresamos desandando el camino.
De regreso: el mismo tiempo, otra hora y media.
La senda es fácil, con poco desnivel, apta para ir con peques, en el interior del barranco seco hay escalones de metal y barandillas en algunos tramos que hacen divertido el paseo. Es necesario llevar agua porque no hay fuentes en el recorrido.
Pasado Villel, nosotrxs dejamos el coche en el aparcamiento de la Fuensanta, además hay mesas, aseos y es un buen lugar para merendar o hacer una comida. Desde aquí está todo muy bien señalizado, habréis de pasar por debajo del gran arco siguiendo las flechas hacia el Embalse y luego hacia la fuente Chartera y el barranco los Trancos, no hay pérdida. Las flechas blancas y verdes señalan el camino.
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Comenzamos a caminar con buena solana, llevad gorra si hace sol espléndido, y los primeros 30 minutos son los más monótonos: la pista es ancha, fácil, jalonada de sabinas, romeros y asaltada por saltamontes sin cesar, jeje, alguno se chocó con nuestras piernas. Con suerte veréis alguna cabrita montesa que baja a beber agua al embalse, nunca van solas así que prestad atención porque corren y saltan en grupo.
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Tras esos 30 min, os encontraréis en lo alto del collado divisando el pantano a lo lejos, seguid las indicaciones, ahora ya cuesta abajo. En 20 min. alcanzaréis la orilla, hay que rodear el pantano para cruzar por la mota, hoy tapizada como un llamativo puente con barandillas. Atención dónde pisáis, nosotrxs vimos cangrejos.
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Un paseíto de 20 minutos más nos lleva a adentrarnos en la chopera y continuar hacia el barranco. Seguid las flechas indicativas.
Exactamente una hora después de nuestro inicio llegamos a la fuente, que es además de dónde toma el agua el pueblecito de Villel. Desde aquí nuestro camino es ya el GR-10,con señales blancas y rojas. Aquí comienza el estrecho barranco, es seco pero quizás en alguna época del año baje agua procedente de tormentas.
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Es chulísimo y angosto, las paredes casi se juntan en algunos tramos. Un cartel avisa de que entramos en un paraje natural y pueden caer piedras, de hecho vimos algún chiquillo haciendo el paseo con el casco de la bici en la cabeza. Más vale prevenir.
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Son 20 minutos de sendero tranquilo subiendo por escalas de metal, agarrándonos a asideros, pasamanos y todos los accesorios para facilitar el paseo por este lugar tan fotogénico. Casi no penetraba el sol y la temperatura bajó considerablemente, tanto fresquete que nuestra peque se puso la manga larga.
Sabréis que estáis acabando el barraco al llegar a una pintada cinematográfica que reza “The End”. Nosotros paramos aquí pero el sendero continúa por una rambla, otro collado y una fuente para regresar a Villel, hasta completar sus 12kms.
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Sí nosotros paramos aquí, comimos, hicimos un poco de “eco” en las paredes de la roca y regresamos por el mismo camino. En nuestro regreso nos refrescamos los pies en la fuente, y cogimos nueces y almendras para ver cómo van creciendo en el árbol antes de llegar al mercado. Toda una lección de naturales.
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Más info y mapas en las webs oficiales de la localidad, su comarca y en Senderos Turísticos de Aragón:
www.villel.com
https://senderosturisticos.turismodearagon.com/