[Excursiones en familia] 8 escapadas en familia sin salir de Zaragoza que no puedes perderte este puente en familia

Se acerca diciembre y, con él, muchas fechas festivas marcadas en el calendario. El puente de la Constitución y Navidad están cada vez más próximos. Si eres de los que todavía no tiene plan, tranquilo. Aquí encontrarás todo tipo de escapadas para despejarte en tus días de descanso: desde actividades cargadas de adrenalina hasta pueblos de postal poco conocidos. Y lo mejor, todo ello sin salir de la provincia de Zaragoza. ¡No hay excusa! Adéntrate en nuestra provincia y descubre lugares alejados del trasiego de turistas. 

Conoce los bosques de la provincia de Zaragoza

  1. Bosque “Mosomero” – Cosuenda, Sierra de Algairén

Si uno piensa en naturaleza en la provincia de Zaragoza, automáticamente recrea en su mente la imagen de los bosques que cubren las faldas del Moncayo. Pero, sin desmerecer a la Comarca de Tarazona y el Moncayo, son muchas las opciones para perderse entre la vegetación zaragozana. Y hay un abanico de posibilidades que se alejan de las típicas escapadas a los bosques más transitados.

Sin ir más lejos, en el corazón de la Sierra de Algairén, muy cerca de La Almunia de Doña Godina, todavía se conserva una mancha verde -más bien en tonos amarillos y anaranjados, propios de la estación en la que nos encontramos-. Es el bosque de Mosomero, donde se puede disfrutar de un robledal en el que no faltan arces, fresnos, chopos y serbales. Es más, el otoño es por excelencia la temporada de los bosques, cuando las hojas caen y cubren el suelo formando un manto de colores dignos de admirar.

cerro del espino

Situada en las comarcas de Campo de Cariñena y Valdejalón, la Sierra de Algairén pertenece también al Sistema Ibérico, donde se encuentra el propio Moncayo. En ella, podemos encontrar desde alcornoques y carrascas hasta diferentes variedades de pinos. Es, en definitiva, todo un espectáculo para la vista.

Una ruta circular de menos de cinco kilómetros se convierte en el paseo perfecto para realizar en familia y poder disfrutar de este paisaje. Hay dos posibilidades: acceder desde el municipio de Cosuenda en coche por una pista forestal que conduce hasta el Collado del Cuervo, o bien comenzar caminando desde la zona recreativa del Raso de la Cruz, por un sendero perfectamente señalizado y del que resulta casi imposible desviarse, hasta el Collado del Tío Francisco.

De pronto, el camino se adentra en un robledal albar -especie casi en peligro de extinción en Aragón-. Se continúa ascendiendo hasta un cruce señalizado del PR-Z 15, en el collado del Tío Francisco, y luego hacia el cerro Espino. La ruta desciende unos metros y, antes de volver a subir, aparece una pista que se abandona por la izquierda a los 50 metros. 

El paisaje se parece cada vez más al del inicio de la ruta. Enseguida se llega al cerro Espino. Desde lo alto, solo queda descender por senda hasta el punto de partida y completar así la ruta circular.

El bosque va cambiando conforme se avanza en el recorrido, ya que se adapta a las condiciones de los terrenos por los que discurre. Y, desde luego, el otoño es una de las mejores épocas del año para hacer esta ruta. Eso sí, coge bastante ropa de abrigo para disfrutar la experiencia al completo.

  1. Acebal de Inogés – Sierra Vicor

El otoño es sinónimo de cambio y la caída de la hoja es un momento especial en los bosques de Aragón. Más lo es el acebal, un árbol que puede llegar a medir unos veinte metros de altura y a vivir durante siglos. Como bien sabrás, el acebo, forma parte de la tradición decorativa navideña tras sustituir al muérdago, en la tradición occidental católica. Incluso cuenta la leyenda que las parejas que se encuentren un acebo deben darse un beso para seguir juntos de por vida. Hoy en día, debido a su carácter decorativo y a lo apreciado de su madera, este arbusto está en peligro de extinción, por lo cual es una especie protegida. Si eres amante de la flora, Inogés es tu sitio.

Esta acebeda, o acebal, crece dentro de un pinar de pinos silvestres en la sierra de Vicor, una alineación geológica antigua de rocas paleozoicas que protege una gran y frondosa masa de encinas, alcornoques fresnos y serbales. La parte más alta de este conjunto sobresaliente se ubica en el llamado pico del Rayo (1.427 m), la segunda cumbre más prominente del sistema ibérico zaragozano. Para llegar a él se atraviesa un bosque musgoso de pino silvestre o albar, de ambiente fresco, cuyo resguardo contiene grandes y bellos acebos. Muchos de ellos con frutos, sobre todo, a partir de octubre, mostrando un entorno de postal.  

No solo por su precioso bosque, sino también por su ruta senderista. El Pico del Rayo es conocido entre los amantes de la montaña. Si quieres aprovechar la excursión y te gusta el senderismo, esta es otra de las actividades que podrás hacer al llegar a este pequeño pueblo. Eso sí, un plan sólo apto para los más valientes: En tan solo 3’5kms acumulas casi 800m de desnivel.

Descubre historias ocultas

  1. Tiermas – Pantano de Yesa

Situado en la confluencia de las provincias de Huesca y Zaragoza, y ya muy cerca de Navarra, Tiermas es uno de los pueblos que tuvo que ser desalojado por la polémica construcción del Pantano de Yesa -que abastece, entre otros lugares, a la ciudad de Zaragoza-. En torno al año 1960, sus vecinos recibieron la peor de las noticias: debían abandonar el que era su hogar para poder llevar a cabo la construcción del embalse. Todo ello provocó que los habitantes se vieran obligados a dejar atrás sus casas, su vida. Ahora, cuando baja el nivel del pantano, resurgen las ruinas del pueblo y del balneario -porque sí, paradójicamente contó con un lugar de relax entre las aguas- y los visitantes pueden disfrutar de la historia del antiguo municipio.

Antes no era tarea fácil poder observar estas ruinas. Sin embargo, -más bien por desgracia, que por suerte- el cambio climático ha traído consecuencias como el acusado descenso en los niveles de agua de los embalses y pantanos, con el que se pueden apreciar los restos de lo que en su día fue un pueblo lleno de vida.

La historia del balneario de Tiermas se remonta a los romanos. En un inicio, las termas tuvieron un hospital y las instalaciones atendían fundamentalmente a los pobres. A partir del siglo XVII, hubo un manantial de gran caudal utilizado para los baños y otras tres fuentes para beber. En el siglo XVIII los baños pasaron a pertenecer al municipio de Tiermas. Al siglo siguiente fueron arrendados, permitiendo el acceso gratuito a los vecinos de la localidad y a los pobres. Ya a principios del siglo XIX se mejoraron notablemente las instalaciones y en los años 40 este edificio sufrió un incendio y no volvió a reconstruirse.

El final de este balneario, que gozó de popularidad, lo marcó la construcción del pantano. Supuso un antes y un después. Se expropiaron las instalaciones y, finalmente, las aguas los cubrieron por las en 1959, poco tiempo después de cesar su actividad.

  1. Psicofonías – Belchite

Belchite es una de las mejores representaciones de lo que fué la Guerra Civil Española. El Pueblo Viejo de Belchite, tuvo y mantiene un halo especial, en el que historia y misterio se funden. Sin embargo, para conocer la historia, debemos trasladarnos a 1937. La batalla de Belchite fue una batalla de la Guerra Civil Española que tuvo lugar en Belchite entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937 en el marco de la ofensiva del Ejército Popular sobre Zaragoza

El pueblo viejo de Belchite esconde muchos secretos de una batalla que nunca debería haber sucedido. Las casas o iglesias todavía muestran los impactos de los bombardeos y de las balas de la Guerra Civil. Al caminar por las que eran sus calles, podrás observar de cerca la más pura historia española: habitaciones ,pinturas, baños y cocinas de un pueblo que ahora está en ruinas. En las iglesias, algunas sin techo,  también podrás ver los altares o los agujeros producidos por el impacto de algún mortero. Impresiona todo lo que se ve. Y también lo que se oye.

Se dice que en Belchite se pueden escuchar psicofonías de los que fueron los gritos de algunas de las más de 5.000 personas que dejaron su vida después de 14 días de una cruenta Guerra Civil. Los datos no engañan, muchos dicen que cuando el río suena, agua lleva. Más de 10.000 personas visitan Belchite año tras año. Muchos atraídos por esta leyenda paranormal que envuelve al pueblo (es un clásico dejar grabadoras en la zona y volver a recogerlas antes de salir del recinto vallado) y otros por el hondo significado histórico del lugar. En España, pueden encontrarse pocos sitios como Belchite dónde poder sentir con tan de cerca los desastres de la Guerra Civil casi 100 años después.

Con el paso de los años, Belchite se convirtió en todo un referente nacional para los amantes de lo paranormal o de la propia historia del ayuntamiento. Ahora, el Ayuntamiento de la nueva localidad de Belchite, pueblo reconstruido tras la guerra Civil unos kilómetros más lejos, ha organizado visitas guiadas para poder conocer la zona. Tienes tres posibilidades: la visita diurna; la nocturna o adquirir ambas. Valorar lo sencillo y tomar conciencia de la importancia de la economía y del turismo más próximo, son algunas de las cuestiones que se han puesto en valor a través de esta iniciativa. Puedes adquirir las entradas aquí

Vive la adrenalina con las mejores aventuras

  1. Pico de Santo Domingo

Es el pico más alto de la Sierra de Santo Domingo y Lucientes, uno de los macizos situados al sur del Pirineo que marcan la transición entre la propia cordillera pirenaica y la depresión del Ebro. Pero, no te preocupes, sus 1524 metros de altura son totalmente accesibles, para todas las edades y para poder hacer en familia.

¿Su mayor curiosidad? La cima es doble. Sí, como lo oyes. Está formada por dos cotas de menos de un metro de altura de diferencia separadas por un collado, en el que se ubica la Ermita de Santo Domingo, que por supuesto también puedes visitar. De hecho, el pico toma el nombre al igual que la sierra, de esta ermita. 

La excursión parte del pueblo de Longás. Hay que abandonar el casco urbano por el sendero paralelo al río Onsella. Unos metros antes de encontrarse con el cauce, en el cruce de caminos, se toma el camino de la derecha.

Se pasa al otro lado del río y poco a poco se llega a las ruinas de la antigua central eléctrica de Longás. Desde este punto, comienza un ascenso, no muy acusado, pero ascenso al fin y al cabo. Tras un rato caminando, se llega al barranco de Fuenmayor.

Durante los 800 metros que siguen, el camino no hace más que llanear y bajar hasta llegar al Paso de las Arrogatas. De nuevo, comienza a ascender. La subida se hace cada vez más pronunciada. Se va notando el ascenso.  Tras algo más de 4 km de recorrido, la excursión se presenta en la fuente de los Berros.

Dejamos atrás el manantial y aparece una línea recta, por donde tenemos que ascender hasta alcanzar el Portillón de Longás. Después de recorrer algo más de un kilómetro, abandonamos el sendero y regresamos a la pista.

Ya estamos en la ermita de Santo Domingo. Un último esfuerzo y habremos alcanzado el Pico de Santo Domingo.

Piérdete por pueblos de postal

  1. Biel

A casi 100 kilómetros de la capital aragonesa, pero sin dejar la propia provincia de Zaragoza, se encuentra Biel. Un municipio de unos 140 habitantes, aunque lleno de encanto a pesar de sus pequeñas dimensiones. 

Esta coqueta localidad invita a perderse por sus estrechas y sinuosas calles, uno de sus grandes atractivos fruto de su pasado judío. Es más, en el siglo XV, más de la mitad de la población de Biel era judía. De hecho, su aljama -Mezquita principal de una población- llegó a ser la segunda en importancia de las Cinco Villas.

El núcleo de Biel mantiene un ambiente medieval en sus calles, conservando edificaciones de piedra de sillería, con vanos apuntados y galerías de madera, calles estrechas cruzadas por puentes y otros aspectos propios de la época.

Aunque su cruce de calles no es el único atractivo turístico de Biel. También cuenta con un castillo-fortaleza de finales del siglo XI. Alrededor de esta construcción se despliega todo un conjunto de casas populares y nobiliarias que, junto con la judería, te proporcionarán un agradable recorrido.

También puedes adentrarte en su cripta. En el año 2005, al efectuar unos trabajos de excavación en el suelo, se descubrió este secreto hasta entonces oculto. La excavación se retomó en el año 2006, cuando apareció, junto a los restos de la cripta, un interesante conjunto de pinturas góticas murales. También salió a la luz una cavidad, en cuyo interior se hallaba una columna de grandes dimensiones que podría dar el acceso al Castillo.

Por si todo ello fuera poco, la localidad es, además, punto de partida de maravillosos senderos para hacer a pie o en bicicleta, recorriendo los frondosos bosques y agrestes montañas que la rodean.

  1. San Mateo de Gállego

Aragón esconde muchos más rincones de los que conocemos o estamos habituados a escuchar.Uno de ellos, San Mateo de Gállego. A tan solo 22 kilómetros de Zaragoza, este pequeño con encanto guarda muchos rincones que merece la pena descubrir.

Su iglesia, en un extremo del casco antiguo de la Villa, está erguida sobre el cauce del río Gállego. Además, limita y constriñe el caserío, que a la vez sirve de mirador natural sobre el amplio valle. En su edificación se suceden varias fases: el arranque de mampostería, enfoscado de cemento al exterior, del XIV y después, el cuerpo de campanas datable en la segunda mitad del siglo XVI. Su estilo es mudéjar, y es junto con el resto del mudéjar aragonés, «Patrimonio de la Humanidad» desde el año 2001.

Este pueblo también cuenta con un centro de interpretación de la cerámica mudéjar del siglo XXI.   Situado en C/ Antonio Machado, 69  el Taller Museo de Fernando Malo es un recurso cultural de primer orden para toda la comarca del Bajo Gállego.  

Además, si te has perdido por sus calles, te habrá llamado la atención la Acequia de Camarera, que engalana de punta a punta la visitas de aquellos que no conozcan el lugar. Su escasa profundidad le da un atractivo doble, pues en las Fiestas Patronales del 15 de Agosto, sirve de piscina en los actos populares que se desarrollan a su alrededor. Todo un atractivo para pasarlo en grande en familia.

Y si necesitias más ideas, en nuestra sección excursiones en familia tenéis unas cuantas para disfrutar de nuestro territorio:

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